
Lo que toco, lo rompo... excepto esto. Porque no se puede tocar, porque no se puede ver, oler, pero se puede sentir. Lo siento dentro del alma, el corazón me late cada vez más rápido al escuchar su nombre. Un nombre muy común, pero que me hace respirar diferente cuando lo escucho. El aire entra en mis pulmones de otra manera, igual que le pasa a ella. Ver el mundo color de rosa no es tan malo. Todos me dicen que no veo la realidad. Desde que nací, desde que voy al jardín fui un poco especial. Mi imaginación no tiene límites. ¿por qué esto me pasa a mi? Muchas veces me duele la cabeza de tanto pensar, pero no pensar en algo productivo, sino de imaginarme cosas, momentos, situaciónes.
Otra cosa que pude hacer y que ya lo estoy incorporando es saborear lo que quiero comer en ese momento, sin comerlo. Si quiero comer papas fritas solo imagino el gusto y no las como y siento la misma sensación, como si ya las hubiera comido.
En fin, ahora sigo como siempre fui, un loco de mierda. Pero Nico... no la flashes.. no puedo no hacerlo. Es un instinto, una forma de vida. Ahora tengo alguien en que pensar, y en muchas cosas somos parecidos, tantas, que a veces nos da miedo.
Los parpados me pesan y sonrío, me dejo llevar por mi imaginación a un mundo, mi mundo y ella vive ahí en mi mundo, conmigo. Por siempre estará ahí. El cielo, la luna, la coca cola, sugus confitados, Love de Lennon, Here comes the Sun, Le Moulin y ahora Rue... Basta! Si sigo voy a explotar.
No es más mi otra mitad, es casi Yo entero. Cada cosa que hago pienso en ella, cada vez que respiro, cada vez que pienso, cada vez que imagino. Hace 1 mes y 4 Días le digo que la amo, pero lo hacía desde hace mucho más tiempo. Y le digo gracias por enseñarme tantas cosas, por hacerme volar, por hacerme creer en la magia, en el verdadero amor. Por eso y millones de cosas más...
Te Amo Johanna Antonella Ullúa.
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